La ESAV no solo fue mi hogar educativo, sino también el lugar donde forjé las bases de mi carrera como fotógrafo. Cada rincón de este espacio resonaba con la creatividad, la pasión y el compromiso de aquellos que compartían la misma visión artística. La escuela no solo me proporcionó conocimientos técnicos, sino que también cultivó mi aprecio por la función social del arte y la importancia de contar historias a través de la lente de una cámara, con el poder y responsabilidad que ello implica. .

Si su sueño es ser artista, este es el lugar indicado para hacerlo. Desde el momento que supe de esta escuela, no dudé ni un solo segundo en entrar y una vez iniciando, me sentí como en casa, no solo porque haría lo que me apasiona a nivel profesional, sino también por las amistades que formé durante ese trayecto. Las clases que dan los profesores son bastante gratificantes, en el sentido de que no nada más proporcionan la teoría, como la mayoría de las universidades, sino que también se lleva a cabo la práctica, y siempre están dispuestos a ayudarte cuando lo necesites.

Me gustaría compartir con ustedes la inmensa gratitud que siento por haber egresado de la ESAV, en donde me encontré con seres humanos excepcionales. Durante mi trayecto universitario disfrute rodearme de compañeros y profesionales y descubrí que nosotros, como arquitectos de interiores, somos más que creadores estéticos; buscamos la expresión de funcionalidad y emociones positivas, siendo agentes de cambio para un mundo mejor, sepan que en esta carrera tenemos muchas oportunidades para expresar nuestra
creatividad en obra, academia, docencia, creación de productos, escenografía y más, el cielo es el límite.

Aunque en número somos relativamente pocos alumnos, con el tiempo he ido entendiendo que cada alumno que ha pasado por la ESAV es un alumno especial. Somos especiales porque aun habiendo otras instituciones decidimos optar por algo diferente, un sistema menos tradicional que nos enseña a cuestionar, a analizar, pero sobre todo a imaginar. Donde ser pocos alumnos nos da la gran ventaja de poder llevar una educación mucho más personalizada. Si en algo se destaca un alumno de la ESAV es en ser diferentes y originales, y por el amor a nuestra profesión.creatividad en obra, academia, docencia, creación de productos, escenografía y más, el cielo es el límite.

En cuestión personal, yo soy de las primeras generaciones que salieron de esta carrera en ESAV. Sigo recordando ese primer día de entrar a un lugar donde podías ver todo: la idea de que una bodega fueran áreas y no aulas, donde veías diálogos entre artistas y arquitectos. Se tornaba en una mezcla de clases porque todo lo que sucedía en la escuela era un constante movimiento al arte, cada oportunidad realizamos algo, era nuestro propio área para jugar. Me encantó mi escuela, espero que ustedes también, que todas las veces sientan ganas de crear, de no parar aún en casa. Con toda la certeza de mi ser puedo decir que esto lo tendrán de por vida, que nunca dejamos a su niño callar, al contrario será la mejor versión de ustedes y deben sentirse orgullosos de ser pocos de lo que pueden ser así y salirse con la suya.